Nuestra primera incursión en Itxina tras la campaña de LARRA. La meteo amenaza con altas temperaturas así que no iremos de prospección a Atxerre, mejor buscaremos la protección del hayedo. En las prospecciones invernales con raqueta habíamos detectado fuertes sopladores en superficie sobre el área que correspondería a las cabeceras del río Papuas (ITX-80), y hay hayedo así que ponemos rumbo a la zona.
Nuestra intención de intentar desobstruir lo que localizásemos de interés quedó anulada cuando en Pagomakurre comprobamos que el taladro no percute. Cogemos maza, cincel y uña por si podemos hacer algo. El sol pega fuerte y somos los únicos que subimos (solo encontramos madrugadores descendiendo), pero llegamos al hayedo y termina el sofoco.
Lo primero que vamos a comprobar es un antiguo soplador, situado en la parte baja de la alineación de dolinas que venimos a revisar. Nos sorprende encontrarlo tapado de madera, humus y hojas de haya, pero es que han pasado más de 10 años. Destapamos el soplador y nos colamos unos 3 m, pero hay que romper y sacar un bloque y lo que se ve por delante parece inestable y no muy halagüeño. En una dolina contigua desobstruimos un laminador que sopla fuerte, pero a los tres metros ya no podemos hacer nada sin el material que nos falta.
Ascendemos por las dolinas y en el siguiente soplador conseguimos hacer paso y llegar a un destrepe de unos 2 m. el problema es que la cabecera es estrecha y abajo amplio; habrá que volver con cuerda (al menos en este dejamos continuación libre a la vista).
Estamos ni a 50 m de la ITX-100, decidimos ir a revisarla de nuevo, por si el fuerte calor nos descubre algún soplador en su amplio salón. LA revisión no da nada de interés, pero aprovechamos para tomar un par de fotos. Muy cerca detectamos un pequeño pozo; superamos la estrecha cabecera en destrepe, pero a -3 m.p. nos paramos sobre un salto de 5 ó 6 m de estrecha cabecera que no nos atrevemos a destrepar. El GPS se nos queda sin pilas (¡vaya día!).
Prospectamos ladera arriba, pero en dirección al paso de Kargaleku, vamos buscando una cavidad sopladora que corresponda con el final soplador del afluente de Nueva Arrabarantz, pero la zona en fuerte pendiente es muy sosa y carente de dolinas que nos hagan albergar esperanzas (habría que prospectar con nieve). Llegados a la pared sobre la campa de Arraba revisamos esta entre el paso de Kargaleku y la dolina sumidero que hay por encima del refugio. Localizamos un pequeño agujero en la pared que apenas agrandamos unos centímetros, pero detrás es más amplio y sondeamos 3 ó 4 m de caída. El fuerte viento sur soplando ladera arriba nos imposibilita saber si el agujero lleva aire.
Son casi las 21 h. y la calma invade Arraba mientras comienza a caer la luz. Nos retiramos con 3 sopladores tocados y dos cavidades por explorar. Llegamos con las últimas luces a Pagomakurre. Nos espera, solitario, nuestro coche, ¿Será la alarma de altas temperaturas o más bien que la Aste Nagusia bilbaina ha comenzado?
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