miércoles, 26 de octubre de 2011

ES UNA PANTERA


Panthera  Pardus , por fin hemos sabido a que pertenecen esos huesos tan estropeados por el paso del tiempo, Pedro Castaños, nuestro paleontólogo de cabecera, nos ha sacado de dudas.
Cuando en Julio del 2010 terminamos la escalada que nos dio acceso a la zona de Urtebeteko Oparia -con aquella roca tan floja que hacia que escalar fuese una autentica pesadilla-, poco nos podíamos imaginar que no éramos los primeros en transitar por aquellas galerías. La exploración del sector, que ha supuesto 10 km más para la red Itxinapeko Sarea, nos deparó otra sorpresa cuando hallamos el esqueleto completo de un felino -si se puede definir como completo un esqueleto tan degradado que casi se volatiliza con un soplido y que es poco más que un bajorrelieve de huesos sobre el pavimento-.
Las imágenes fotográficas y las piezas dentarias extraidas, han servido para que Pedro le ponga nombre a la fiera, lástima que esté tan deteriorada, pues, ese vestigio de la fauna que habitó esta tierra en el pasado, era un ejemplar digno de presidir la vitrina de algún museo. Tendrá que permanecer allí, en aquel lugar tan recóndito, solo para nuestros ojos.
Comentario de Pedro castaños:
"El material corresponde al leopardo o pantera (Panthera pardus) ya que no conocemos el color del pelaje que es en lo único que se diferencian. Se trata de una especie muy antigua en nuestro territorio y que a juzgar por otros hallazgos fue bastante habitual en nuestros macizos montañosos. La colección más abundante procede de Bolinkoba y convivió con los neandertales durante el Paleolítico Medio y con los cromañones al menos durante el Paleolítico Superio antiguo (Auriñaciense- Gravetiense). Es probable que desapareciera durante el Solutrense (20.000-16.000 B.P.). No hay que confundirla con el lince nórdico (Lynx lynx) que también ocupó nuestras montañas pero sobrevivió hasta hace un siglo."
La sorprendente presencia del esqueleto en ese lugar suscita la inevitable pregunta de ¿Cómo habrá llegado hasta allí ese animal? ¿Por qué recovecos se habrá extraviado hasta llegar a reposar en el lugar donde lo encontramos?, en una posición que parece que se hubiese quedado dormido, quizás extenuado tras deambular perdido por ese laberinto de galerías. Para nosotros llegar hasta allí ha requerido un largo y complicado viaje, sorteando pozos, escaladas y galerías desfondadas pero, pensamos, para él el trayecto tiene que haber sido mucho más corto. La topografía nos dice que estamos cerca de la superficie. Posiblemente habrá entrado a través de una galería que se queda muy cerca del fondo de Kargaleku Trokea, pero por ella no hay manera de abrirse paso hasta el exterior, está colmatada por bloques. ¡Una entrada en ese lugar nos facilitaría mucho las cosas para continuar explorando la cavidad!.

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