Con las huestes dispersas por la Semana Santa quedamos solo dos, además con esta primavera tan primaveral la meteorología no nos da la seguridad que desearíamos y, por si fuese poco, uno de nosotros tiene que volver pronto porque esta noche toca trabajar; así que, una vez más optamos por la Torca de la Canal en Rasines.
Antes de entrar tenemos que avisar al 112, es para nosotros un nuevo requisito que cumplir para poder hacer espeleología en Cantabria; por lo visto no es suficiente con tener permiso de exploración. Se trata de un nuevo trámite burocrático que no evita que tengamos que avisar a los nuestros, que son los únicos que podrían encontrarnos en las apartadas zonas de la cueva por donde nos movemos. Los de Emergencias resultan muy amables y nos cuentan del intenso movimiento de espeleólogos durante estos días en la región.
Nos dirigimos a revisar una escalada por encima del acceso a la Galería de los Gotxos desde la Galería Vasco-Occitana, pero vemos que el material de escalada que tenemos en el nido más próximo resulta insuficiente para el trabajo previsto -es lo que pasa cuando tienes el material disperso y distintas zonas equipadas-. La revisión que hacemos con un potente foco aminora nuestro interés y además recopilar el material necesario llevaría un tiempo que no tenemos, de forma que optamos por dedicarnos a tareas de topografía.